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¿Cómo quitar el dolor de muelas por bruxismo?

Fecha publicación: 05/12/2025

El molesto dolor de muelas puede aparecer por múltiples causas: caries, infecciones, sensibilidad dental, traumatismos, etc. Sin embargo, también por una causa mucho menos evidente, pero no por ello menos frecuente. Hablamos del bruxismo. Muchas personas rechinan o aprietan los dientes sin darse cuenta —durante el sueño o incluso despiertas— lo que a largo plazo puede desencadenar dolor, sensibilidad dental, desgaste del esmalte e incluso fracturas dentales. En este contexto, es fundamental identificar cuando el origen del dolor de muelas puede ser el bruxismo. En este artículo exploraremos qué es el bruxismo, cómo puede causar dolor dental, cómo reconocerlo, y qué hacer para aliviar ese dolor y proteger tus dientes.

El bruxismo y el dolor de muelas

El bruxismo es un hábito involuntario que consiste en apretar o rechinar los dientes. Por lo general, el bruxismo suele darse durante las horas del sueño. No obstante, también hay personas que aprietan o rechinan los dientes de forma involuntaria durante el día. Esta costumbre significa que se ejerce una fuerza excesiva sobre los dientes -muy por encima de la masticación normal- de manera reiterada. Este exceso de presión suele provocar distintas patologías bucodentales. Las más comunes incluyen:

-Desgaste del esmalte y de las superficies dentales.

-Sensibilidad dental: ya que al reducirse el esmalte o al dañarse la superficie del diente, partes más vulnerables quedan expuestas.

-Inflamación o sobrecarga de los músculos de la mandíbula: lo que puede provocar dolor al masticar, al abrir o cerrar la boca, o incluso molestias irradiadas hacía oídos y cuello.

-Microfracturas dentales: o grietas en dientes, restauraciones dentales o daños en la articulación temporomandibular.

De este modo, el dolor de muelas que se manifiesta no tiene su origen en una caries dental o una infección. En realidad, se debe a la sobrecarga y trauma repetido sobre los dientes por el bruxismo. Además, estas molestias pueden presentarse de manera difusa -no siempre se localiza en un solo diente. Por lo tanto, es esencial acudir a una clínica como Praxis Dental Toledo para que lo evalúe un profesional. Reconocer bien el bruxismo e identificar sus señales es algo muy importante.

¿Cómo saber si el dolor de muelas es por bruxismo?

Para poder determinar sí el dolor de muelas tiene su origen en el bruxismo, es fundamental observas estas señales:

-Dolor o tensión en la mandíbula: en especial, al despertarse. Muchas personas con bruxismo nocturno se levantan con la mandíbula cansada o dolorida.

-Sensibilidad dental generalizada: dientes sensibles a los alimentos y bebidas fríos, calientes o dulces, pero sin la presencia de caries dental.

-Desgaste visible del esmalte: dientes con aspecto achatado, aplanado o con bordes irregulares.

-Dolor muscular o articular de la mandíbula (articulación temporomandibular): que provocan rigidez al abrir o cerrar la boca, crujidos e, incluso, dolor que se irradia a los oídos o el cuello.

-Queja de una persona cercana (generalmente, la pareja): que escucha rechinamientos o chirridos durante la noche.

Cuando tienes sensibilidad o dolor en varios dientes (sin signos aparentes de caries), puede ser razonable considerar que tienes bruxismo. Si tienes molestias musculares en la mandíbula o síntomas como dolor al despertar, las probabilidades son bastante elevadas. También si notas que los dientes tienen signos de desgaste, o si alguien te ha comentado que te oye rechinar los dientes al dormir. En estos casos, lo ideal es acudir a un dentista para una evaluación detallada: él podrá observar señales de desgaste dental; desgaste del esmalte de los dientes; comprobar la posición de mandíbula y descartar otras causas como caries, infección o problemas de la articulación temporomandibular.

Cómo quitar el dolor de muelas por bruxismo

Cuando el dolor de muelas tiene su origen en el bruxismo, la solución pasa por reducir la presión sobre los dientes y relajar los músculos de la articulación temporomandibular. Asimismo, también es esencial corregir los hábitos que provocan el rechinamiento o apretamiento de los dientes. A continuación, se detallan estrategias útiles, tanto de cuidado en casa como de tratamiento profesional:

1. Protección dental: una de las recomendaciones más frecuentes de los dentistas es usar una férula de descarga . Las férulas de descarga son aparatos de plástico o resina que se colocan sobre los dientes superiores o inferiores y evitan que entren en contacto durante la noche. Este dispositivo sirve para:

-Evitar el desgaste del esmalte de los dientes.

-Reducir la presión ejercida al morder o apretar los dientes.

-Disminuir la tensión muscular en la mandíbula.

-Proteger las restauraciones dentales (empastes, coronas, etc.).

Es importante que la férula esté bien ajustada por el dentista. Lo ideal es que este aparato se diseñe a medida de cada paciente, ya que es mucho más eficaz. Sin embargo, también se utilizan los protectores nocturnos comerciales.

2. Cambios en el estilo de vida y hábitos: la mayoría de los casos de bruxismo están relacionados con factores externos: estrés, ansiedad, mala higiene del sueño, consumo de estimulantes, etc. Por eso, modificar ciertos hábitos puede ayudar a reducir el rechinamiento y, con ello, el dolor. Entre las medidas más recomendadas:

-Reducir o evitar cafeína y alcohol: ya que favorecen la tensión muscular.

-Buen hábito del sueño: es importante dormir entre 7 y 8 horas diarias. Además, en horarios regulares, en un ambiente tranquilo y con buenas condiciones para el descanso.

-Evitar masticar chicles o alimentos duros: este hábito cansa los músculos de la mandíbula y, por ende, incrementa el hábito de apretar en exceso los dientes.

-Practicar técnicas de relajación y reducción de estrés: meditación, yoga, ejercicios de respiración, higiene del sueño, pausas durante el día.

-Ejercicio físico regular: el deporte ayuda a liberar tensión acumulada, mejorar el sueño y reducir la ansiedad. Todos estos factores favorecen el desarrollo de bruxismo.

3. Ejercicios de relajación mandibular, calor o frío: en momentos de dolor o tensión en la mandíbula, algunas medidas de autocuidado pueden aliviar el malestar:

-Aplicar compresas tibias: —o en ocasiones frías— sobre la zona de la mandíbula. Esto favorece la relajación muscular, mejora la circulación y reduce la rigidez.

-Realizar ejercicios suaves de estiramiento mandibular (según lo indicado por un profesional): abrir y cerrar la boca lentamente, movimientos de lateralidad, masajes de la mandíbula. Esto ayuda a liberar tensión de los músculos y articulaciones.

4. Enfoque profesional: cuando el bruxismo es severo, prolongado o provoca daños importantes (desgaste dental, fracturas, dolor crónico...); lo ideal es que sea tratado de manera profesional. Algunas opciones incluyen:

-Férulas de descarga confeccionadas por el dentista: la opción más habitual.

-Terapias de control del estrés o psicológicas: si el bruxismo está ligado al estrés, la ansiedad o los trastornos del sueño, lo recomendable es acudir a un especialista de la salud mental. Las técnicas como la terapia cognitivo-conductual o de relajación suelen ser muy eficaces.

-Tratamientos médicos en casos graves: en algunos casos se pueden valorar relajantes musculares antes de dormir o incluso inyecciones de Toxina botulínica (Botox) en los músculos de la mandíbula, para reducir el apretamiento excesivo.

-Corrección odontológica oclusal: si existe una mala alineación dental o problemas de mordida que favorecen el bruxismo, puede recomendarse un ajuste o incluso tratamiento ortodóntico para corregir la posición de los dientes.

El dolor de muelas no tienen porque siempre estar originado por una caries o una infección. En muchos casos, es la consecuencia directa del bruxismo. Si rechinas o aprietas los dientes con frecuencia, puedes estar sometiendo tus dientes y mandíbula a una tensión constante que, con el tiempo, puede provocar sensibilidad, desgaste, dolor e incluso problemas más serios. Identificar a tiempo el bruxismo es esencial. Estar atento a síntomas como dolor muscular en la mandíbula, dientes sensibles sin caries visibles, desgaste del esmalte o molestias al despertar puede ser el primer paso. Una evaluación profesional por parte de un dentista permitirá diagnosticar correctamente y descartar otras causas. El tratamiento más efectivo suele combinar protección dental (férula oclusal), cambios en los hábitos de vida (higiene del sueño, reducción de estrés, evitar estimulantes), ejercicios de relajación mandibular y, cuando sea necesario, intervenciones profesionales. Con constancia y cuidado, es posible aliviar el dolor de muelas provocado por bruxismo, proteger tu sonrisa y mejorar tu calidad de vida.

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